Apenas un día después de que Alexandra Eala anunciara que competirá en el Hong Kong Open 2025, el mundo del tenis estalló ante la emotiva historia detrás de su éxito en la cancha. La joven filipina, de 20 años, había sufrido una decepción en las semifinales de Guangzhou, pero ahora vuelve con fuerza y propósito.

El premio acumulado, alrededor de 534.000 euros, no solo recompensa su racha de 21 victorias consecutivas en las pistas duras de Asia, sino que también representa la clave para cumplir un sueño familiar lleno de esperanza. Alexandra reveló que todo este dinero está destinado a revivir el sueño de tenis de su hermano Miko Eala.
Miko, su compañero de entrenamiento desde la infancia, tuvo que abandonar la universidad y el equipo de los Penn State Nittany Lions en 2024 tras una grave lesión en el hombro. “Él me enseñó a sacar como una fiera”, confesó Alexandra con la voz entrecortada y los ojos llorosos durante una entrevista posterior al torneo.
Creciendo en Quezon City, los hermanos Eala eran inseparables en la cancha. Su madre, Rizza, medallista de bronce en natación de los Juegos del Sudeste Asiático, y su padre, Mike, empresario discreto, convirtieron el patio trasero de la casa en una pequeña academia de tenis. Miko, el hermano mayor con un golpe de derecha temible, arrastraba a Alexandra a entrenamientos en el Valle Verde Country Club desde pequeña.

Sin embargo, una desgarradora lesión en el hombro durante la temporada universitaria de 2023 truncó la carrera de Miko, dejándolo como entrenador desde la línea lateral. El éxito de Alexandra en 2025, incluyendo su primer triunfo en un Grand Slam juvenil en el US Open, fue un homenaje, pero ahora el dinero del premio abre la puerta a un verdadero regreso.
La lesión de Miko fue un golpe devastador para la familia. Imagina: un joven de 23 años, en medio de un saque crucial, y de repente, su manguito rotador cede. Años de rehabilitación drenaron los ahorros familiares y minaron el espíritu de Miko. Alexandra relató en un Insta Live que reunió más de 2 millones de vistas: “Él veía mis semifinales en Miami desde un dormitorio precario, sonriendo a pesar del dolor.”
Cada victoria de Alexandra en Asia, incluyendo su épico título en Guadalajara 125, no fue cuestión de suerte: fue combustible para el regreso de Miko. Las redes sociales ardieron con el hashtag #EalaRevival, mientras los fans compartían sus propias historias de hermanos inspiradoras.

Alexandra no está jugando: el dinero financiará la cirugía especializada de Miko en Barcelona, un equipo de fisioterapia de primer nivel y su inscripción en torneos profesionales. “Cada saque que doy resuena con él”, dijo con la voz quebrada en la conferencia de prensa al llegar a Hong Kong. Se rumorea que planean competir como dúo en dobles para el circuito Challenger a mediados de 2026.
Ahora, toda la atención está en el Victoria Park Tennis Centre de Hong Kong. Alexandra se enfrenta a Katie Boulter en la primera ronda, un duelo que promete emociones tras su enfrentamiento en 2024. Con su compañera de dobles Chan Hao-Ching, busca repetir la hazaña de las semifinales de dobles en Guangzhou. “Ganar aquí significa ver sonreír a Miko”, declaró.
La revelación de la historia familiar ha generado un aluvión de reacciones. Estrellas de la WTA como Leylah Fernandez, amiga de Alexandra, tuitearon: “¡Hermana, eres una leyenda – Miko lo logrará!” Los hashtags #MikoEalaComeback y #PinoyPride son tendencia en el sudeste asiático. Incluso Rafa Nadal, mentor de su academia, comentó: “La familia alimenta a los campeones.”
Lo que viene tras el torneo también apunta a dejar un legado más allá de la cancha. Alexandra planea un documental familiar con Netflix, mostrando el recorrido de los Eala desde Manila hasta los grandes torneos. Miko ya se encuentra en Estados Unidos, preparándose para exámenes médicos, con rumores de un puesto como entrenador en la Rafa Nadal Academy.
En definitiva, la historia de Alexandra Eala recuerda que la gloria en la cancha es dulce, pero el fuego familiar es eterno. Su participación en Hong Kong no es solo por puntos ni premios: es un homenaje a su hermano, quien la formó desde el primer saque. La saga de los Eala está redefiniendo el tenis filipino, y este emotivo relato apenas comienza.
