El paddock amaneció hoy sacudido por una noticia completamente inesperada: Flavio Briatore, nuevo asesor ejecutivo de Alpine, habría decidido cerrarle definitivamente las puertas del equipo a Jack Doohan, después de un episodio interno que generó tensiones explosivas dentro de la escudería francesa.

Según fuentes internas, el conflicto estalló durante una reunión estratégica previa al próximo ciclo de desarrollo del monoplaza. Doohan, que esperaba recibir un rol más activo y un plan claro de ascenso a la Fórmula 1, habría manifestado su frustración de una manera que no gustó nada al histórico dirigente italiano.
Testigos afirman que el joven piloto australiano cuestionó directamente la gestión del equipo y la falta de oportunidades reales, insinuando que Alpine estaba “bloqueando” su progresión. Briatore, conocido por su carácter fuerte y tolerancia cero hacia la indisciplina, reaccionó de inmediato.
El italiano habría interpretado las palabras de Doohan como un desafío directo a su autoridad y a la estructura interna que intenta reconstruir. Y, fiel a su estilo, decidió tomar medidas drásticas para enviar un mensaje claro a todos los pilotos del programa de desarrollo.
Una fuente cercana a Briatore afirmó que “cuando Flavio siente que alguien no respeta las reglas, simplemente no hay vuelta atrás”. Y eso parece ser exactamente lo que ha ocurrido con Doohan, considerado durante meses como uno de los candidatos naturales al próximo asiento disponible.
La noticia cayó como una bomba dentro de Alpine, donde algunos ingenieros y directivos valoraban positivamente el talento de Doohan. No obstante, reconocen que el equipo atraviesa una fase crítica de reestructuración en la que no hay espacio para disputas internas o comportamientos que puedan desestabilizar el proyecto.

Por su parte, Doohan se habría marchado de la reunión visiblemente molesto, aunque su entorno sostiene que sus palabras fueron malinterpretadas y que solo intentaba pedir claridad sobre su futuro profesional. Sin embargo, ya sería demasiado tarde: la decisión de Briatore estaría tomada.
El impacto mediático ha sido inmediato. Fans australianos y europeos criticaron duramente la postura del dirigente italiano, mientras otros defienden que la disciplina y la jerarquía son esenciales para que Alpine vuelva a ser competitiva. La polémica está servida y promete continuar.
Mientras tanto, la situación abre interrogantes sobre quién ocupará el rol que muchos creían destinado a Doohan. Algunos rumores señalan que Alpine podría estar evaluando talentos externos, incluyendo pilotos que ya cuentan con experiencia en la F1 y podrían aportar estabilidad inmediata.

Briatore, por su parte, no ha dado declaraciones oficiales, aunque varios periodistas aseguran que el italiano considera que “la actitud es más importante que el talento”. Esta frase, repetida varias veces a lo largo de su carrera, parece encajar perfectamente con la decisión tomada.
Los analistas deportivos advierten que esta ruptura podría tener consecuencias a largo plazo para Doohan. Perder el apoyo de Alpine le obligaría a buscar alternativas rápidas, probablemente en programas de desarrollo de otros equipos o incluso fuera del entorno de la Fórmula 1.
Para Alpine, el episodio refleja la enorme presión interna por reconstruir un proyecto competitivo en medio de resultados decepcionantes. Briatore fue contratado precisamente para imponer orden y una nueva cultura deportiva más exigente y directa.
El tiempo dirá si este giro drástico mejorará la dinámica del equipo o si, por el contrario, generará nuevas tensiones internas. Por ahora, la única certeza es que el camino de Jack Doohan dentro de Alpine parece haber llegado a su fin, en una ruptura tan inesperada como irreversible.
