Austin, Texas – El mundo de la Fórmula 1 se ha puesto patas arriba después de un giro dramático en el Gran Premio de Estados Unidos. Mientras los pilotos se preparaban para la clasificación en el Circuito de las Américas, el piloto de McLaren, Lando Norris, fue citado repentinamente por un tribunal estadounidense. ¿La razón? Un misterioso caso legal centrado en la llamada “silla dorada” de McLaren, un artefacto icónico del glorioso pasado del equipo que ahora se encuentra en el centro de un explosivo escándalo financiero. La Fédération Internationale de l’Automobile (FIA) anunció inmediatamente una importante investigación, lo que llevó las tensiones en el paddock a un punto de ebullición y amenazó con desestabilizar el deporte.

La ‘silla dorada’ no es un mueble cualquiera. Este llamativo asiento cubierto de lámina dorada fue alguna vez un símbolo del dominio de McLaren en las décadas de 1980 y 1990, y se usaba durante las paradas en boxes y ceremonias para celebrar la superioridad del equipo. Según fuentes del mundo de la F1, el asiento no es sólo una reliquia histórica, sino que también desempeña un papel clave en una red de transacciones financieras dudosas. La demanda, presentada por un denunciante anónimo supuestamente vinculado a un ex empleado de McLaren, acusa al equipo de fraude y lavado de dinero. Se dice que la silla se utilizó como tapadera para mover millones de dólares a través de cuentas en el extranjero, posiblemente vinculadas a acuerdos de patrocinio y fondos de desarrollo. La participación de Norris aún no está clara, pero los conocedores sugieren que fue llamado como testigo debido al supuesto conocimiento de la procedencia del artefacto, que se dice que “descubrió” durante una fiesta del equipo en 2023.
La convocatoria llegó como un rayo caído del cielo, apenas unas horas antes del primer entrenamiento libre. Norris, que compite ferozmente por el título mundial contra Max Verstappen esta temporada, fue sacado de la pista por los alguaciles y escoltado a un tribunal cercano en Austin. El director general de McLaren, Zak Brown, reaccionó furioso en una conferencia de prensa convocada apresuradamente: “Este es un ataque difamatorio contra nuestro equipo y nuestro piloto. Lando es un atleta, no un financiero. Lucharemos contra estas acusaciones absurdas con todo lo que tenemos”. Su compañero de equipo Oscar Piastri, que dirigió la sesión en ausencia de Norris, se mostró solidario: “Estamos detrás de Lando. Esto no debería distraernos de lo que estamos haciendo en la pista”.

La FIA, que ha sido criticada durante mucho tiempo por inconsistencias en las sanciones y la aplicación de las reglas, se vio obligada a intervenir. El presidente Mohammed Ben Sulayem anunció que un grupo de trabajo especial iniciará una investigación en profundidad sobre posibles violaciones de las normas financieras en el deporte. “La Fórmula 1 se basa en la integridad”, dijo. “Si hay pruebas de corrupción, no descansaremos hasta que la verdad salga a la luz. Esta investigación involucra no sólo a McLaren, sino también a partes asociadas”. El alcance es enorme: auditorías forenses de contratos de patrocinio, revisión de transacciones históricas e incluso interrogatorios de ex miembros del equipo. Los críticos señalan que este es el segundo gran shock para McLaren este año, después de la demanda en curso contra el ex piloto Alex Palou, que implica millones de dólares en reclamaciones por daños y perjuicios.
El momento no podría ser más desafortunado. El GP de Estados Unidos es un fin de semana crucial en la lucha por el título, con Norris a sólo 12 puntos de Verstappen. Sin su estrella británica, McLaren está luchando por retener el campeonato de constructores frente a un agresivo Red Bull. Los fanáticos y analistas especulan salvajemente en las redes sociales. “¿Es esto un complot para sabotear a McLaren?” tuiteó un destacado comentarista de F1. Otros recuerdan incidentes anteriores, como la sanción a Norris en Qatar el año pasado, y piden más transparencia. El propio Verstappen se mantuvo diplomático: “Espero que Lando vuelva pronto. Esto son carreras, no una telenovela”.
Detrás de escena hay un murmullo de rumores. Se dice que el denunciante tiene vínculos con equipos rivales, y se dice que la “silla dorada” estuvo escondida en la fábrica de McLaren en Woking, posiblemente como garantía para préstamos. Los expertos jurídicos predicen que el caso podría durar semanas, con posibles consecuencias para el calendario: multas, suspensiones o incluso descalificación del equipo. El equipo legal de Norris ya presentó una solicitud de retraso, argumentando que la citación perjudicará su preparación. “Esto es una violación de sus derechos como deportista”, dijeron en un comunicado.

El mundo de la F1, que ya lucha contra la caída de las calificaciones y los debates sobre la sostenibilidad, ahora enfrenta una prueba existencial. Patrocinadores como Google y Estée Lauder, que recientemente apoyaron a McLaren, están considerando su participación. Andrea Stella, jefe del equipo, llamó a la unidad: “Hemos construido este equipo sobre la base de la innovación y el espíritu deportivo. Este escándalo, por misterioso que sea, no nos doblegará”. Mientras el sol se ponía sobre Austin, los demás pilotos continuaron entrenando, pero el paddock se siente como un polvorín. ¿Norris regresará para la carrera? ¿Encontrará la FIA pruebas? Una cosa es segura: la ‘silla dorada’ ha despojado al deporte de su brillo.
Los expertos advierten que este escándalo abre la puerta a reformas más amplias. La GPDA, el sindicato de pilotos, exige controles más estrictos sobre las finanzas de los equipos. Lewis Hamilton, que se mudará a Ferrari el próximo año, tuiteó: “Es hora de un cambio real. La F1 debe ser más limpia”. Para Norris, el prodigio de 25 años que alguna vez fue visto como “el futuro”, esto es un trago amargo. De chico de escena a sospechoso: ¿cómo se llegó a esto?
A medida que se acerca la clasificación, la tensión persiste. McLaren ha preparado el coche de Norris, pero su presencia es incierta. La investigación de la FIA llevará meses, pero los primeros hechos están llegando: los documentos apuntan a transferencias sospechosas de 2019, cuando Norris hizo su debut. ¿Fue la silla un trofeo o un caballo de Troya? El mundo de la F1 está conteniendo la respiración, esperando la próxima bola curva en este drama sin precedentes.
