
En un video exclusivo filtrado en redes sociales, Roger Federer sorprendió al mundo al hablar con voz temblorosa sobre el drama que vivió con su hijo Leo. Por primera vez, el legendario tenista suizo reveló la desgarradora lucha familiar contra la diabetes tipo 1.
El clip, difundido anoche, muestra a Federer con los ojos enrojecidos mientras confiesa que “casi pierde a su hijo”. En cuestión de horas, millones de fanáticos inundaron las redes con mensajes de apoyo, evidenciando que incluso las leyendas deportivas enfrentan batallas silenciosas fuera de la cancha.
Federer relató que los primeros años de vida de Leo fueron un “infierno”. La enfermedad apareció cuando el niño apenas tenía tres años. “Cada noche me quedaba despierto midiendo su azúcar y administrándole insulina”, confesó el tenista, describiendo un ciclo de miedo constante y noches sin dormir.
La presión afectó profundamente su matrimonio con Mirka Vavrinec. “Discutíamos tanto que casi nos divorciamos”, admitió Federer. La pareja, símbolo de estabilidad en el deporte, enfrentó tensiones insoportables mientras intentaban equilibrar la vida familiar con la exigente carrera profesional del campeón suizo.
Federer, acostumbrado a la perfección y al control en la cancha, se mostró como un hombre vulnerable. “Soy el Rey de la Cancha, pero ante la diabetes tipo 1, solo soy un padre impotente”, declaró. Sus palabras resonaron como un grito de humanidad detrás del ícono global.
Según fuentes cercanas, Leo continúa bajo tratamiento intensivo. La familia ha invertido en tecnología médica avanzada para controlar la enfermedad, incluyendo bombas de insulina y sensores continuos de glucosa. Federer participa activamente en cada paso, aprendiendo sobre nutrición y control metabólico para proteger a su hijo.
El testimonio de Federer podría marcar un antes y un después en su vida pública. Desde la filtración del video, asociaciones internacionales de diabetes lo han invitado a convertirse en portavoz global. Su equipo aún no ha confirmado si aceptará el rol, pero su impacto ya se siente en miles de familias afectadas.
El ex número uno del mundo explicó que guardó silencio por años para proteger la privacidad de Leo. “No quería que el mundo viera a mi hijo como un enfermo”, dijo. Sin embargo, ahora cree que compartir su historia puede ayudar a otros padres que viven con el mismo miedo.
Rafael Nadal y Novak Djokovic fueron los primeros en expresar su apoyo público. Nadal escribió en redes: “Más allá de la rivalidad, somos padres. Te abrazo, Roger”. Las muestras de empatía de colegas y fanáticos demostraron que la enfermedad no entiende de títulos ni trofeos.
Federer concluyó el video mirando a cámara: “A veces los verdaderos campeones no ganan torneos, sino que sobreviven a noches interminables junto a sus hijos”. Su confesión, cruda y sincera, transformó la imagen del campeón eterno en la de un padre que lucha, ama y no se rinde.
