el campeon mundialMax Verstappenha vuelto a demostrar por qué es considerado uno de los mayores talentos de la historia de la Fórmula 1. Durante el fin de semana de carreras delGran Premio de Estados Unidos 2025En Austin, el holandés tuvo una actuación verdaderamente dominante, superando no sólo a sus rivales, sino incluso a su propio equipo.carreras de toro rojoquedó sin palabras.

Desde el primer momento del entrenamiento libre, Verstappen dejó claro que estaba en una clase propia. Su control del RB21, combinado con un impecable sentido de la velocidad y el equilibrio, le permitieron dejar atrás a la competencia desde el principio. Incluso en las curvas más difíciles del Circuito de las Américas, donde muchos pilotos lucharon con el agarre y el desgaste de los neumáticos, Verstappen parecía inalcanzable.
Después de la clasificación, en la que consiguió la pole con un amplio margen, el domingo siguió una carrera impecable. Lideró prácticamente de principio a fin, controlando el ritmo y manteniendo a sus rivales a una distancia cómoda. La victoria significaba serundécima victoria de la temporada, ampliando aún más su ventaja en el campeonato.
Sin embargo, lo más sorprendente fue la reacción dentro del propio equipo Red Bull.Laurent Mékies, director técnico de Red Bull Racing, admitió después que incluso los ingenieros y mecánicos, que trabajan a diario con Verstappen, quedaron impresionados por su nivel.

“Honestamente, incluso después de años de trabajar con él, seguimos sorprendidos de lo que Max puede hacer”, dijo Mekies a la prensa. “Su capacidad para llevar el coche al límite sin cometer errores es sencillamente fenomenal. Nos quedamos asombrados desde el muro de boxes”.
Según fuentes del equipo, el fin de semana de carrera transcurrió casi sin contratiempos. Verstappen dio a sus ingenieros una respuesta mínima, porque el coche “se sentía perfecto” desde el principio. Sus elecciones estratégicas, especialmente el manejo de los neumáticos en el stint final, fueron elogiadas por los analistas como “magistrales” y “casi clínicas en su ejecución”.

Después, en el paddock no se trataba sólo de la victoria, sino principalmente de la forma en que Verstappen la logró. Su calma, concentración y control daban la impresión de que difícilmente había sido desafiado. El ex campeón mundial Nico Rosberg lo describió acertadamente:
“Lo que hace Max a veces parece demasiado fácil. Pero eso es exactamente lo que distingue a los grandes: hacen que algo extraordinario parezca algo ordinario”.
Con esta victoria, Verstappen no sólo refuerza su posición en el campeonato mundial, sino también su condición defuerza dominante en la Fórmula 1 moderna. Mientras otros equipos siguen buscando la manera de igualar su ritmo, el holandés siempre parece estar un paso por delante.
En Austin quedó claro una vez más: cuando Verstappen está en forma, al resto del campo sólo le queda una opción: aplaudir.
