El legendario tenista serbio Novak Djokovic volvió a conquistar no solo las canchas, sino también los corazones del mundo. En una escena digna de película romántica, sorprendió a su esposa, Jelena Djokovic, con un Mercedes-AMG 2025 valuado en 300 millones de yenes, como regalo de cumpleaños.
Las cámaras capturaron el instante exacto en que Jelena rompió en llanto al ver el lujoso auto cubierto por una cinta dorada frente a su casa en Montecarlo. Con la voz temblorosa, pronunció las palabras que resonaron en redes sociales: “Me casé con mi paz y bendición.”
Según fuentes cercanas a la pareja, Novak planeó la sorpresa durante semanas, asegurándose de personalizar el vehículo con detalles simbólicos: un interior en color crema —el favorito de Jelena— y una placa grabada con la frase “Forever Us”. Este gesto íntimo reveló la profundidad del amor y respeto que los une.
En cuestión de horas, el video del momento acumuló millones de visualizaciones en Instagram y TikTok. Usuarios de todo el mundo comentaron frases como “Así se ama de verdad” y “Novak no solo es un campeón en la cancha, también en el amor.” El hashtag #DjokovicLoveStory se volvió tendencia global.
Horas después, Jelena compartió una publicación en su cuenta oficial de Instagram con una foto junto al auto y un mensaje que derritió corazones: “No es el coche, es el corazón detrás del gesto. Gracias por recordarme cada día por qué te elegí.” El post superó el millón de likes en menos de 12 horas.
Expertos en comunicación de celebridades destacaron que el regalo de Djokovic no fue un simple derroche de riqueza, sino una expresión genuina de agradecimiento y amor familiar. En entrevistas previas, Novak había confesado que “sin Jelena, nada de lo que he logrado sería posible.”
La historia de Novak y Jelena comenzó en la escuela secundaria, mucho antes de la fama y los trofeos. Han superado juntos desafíos personales, presiones mediáticas y largas temporadas separadas. Este gesto no solo celebró un cumpleaños, sino una trayectoria de amor inquebrantable de más de 18 años.
Tras la sorpresa, la pareja organizó una cena íntima con familiares y amigos cercanos. Fuentes aseguran que Novak interpretó al piano una canción dedicada a su esposa, mientras sus hijos, Stefan y Tara, entregaron flores. Un momento familiar que reflejó la unidad y sencillez del clan Djokovic.
Medios de todo el mundo, desde The Guardian hasta Marca, resaltaron la noticia como “el gesto más romántico del año”. Incluso otros deportistas, como Rafael Nadal y Serena Williams, comentaron la publicación con emojis de corazones, mostrando su admiración por el lado más humano del tenista.
Este episodio dejó una lección poderosa: en una era donde las relaciones de celebridades suelen ser efímeras, Novak y Jelena Djokovic representan la fidelidad, el respeto y la gratitud mutua. Su historia demuestra que el amor verdadero no se mide en lujos, sino en la intención sincera de cuidar al otro.
La escena de Jelena llorando mientras pronunciaba “Me casé con mi paz y bendición” ya forma parte de las historias más conmovedoras del deporte. Novak Djokovic no solo reafirmó su título como campeón del tenis, sino también como campeón del amor, recordándole al mundo que la grandeza comienza en el corazón. ❤️
