Última hora: Fernando Alonso revela una desgarradora noticia familiar desde Oviedo: “Está luchando con todas sus fuerzas”

El bicampeón mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso, conmocionó al mundo del automovilismo hace treinta minutos con un emotivo comunicado desde su ciudad natal, Oviedo, España. El piloto de 44 años, conocido por su férrea determinación en la pista, anunció que su madre, Ana María Díaz Martínez, se encuentra hospitalizada y luchando contra una grave crisis de salud. En un breve pero conmovedor mensaje publicado en sus canales oficiales, Alonso escribió: “Mi madre, Ana María, está luchando con todas sus fuerzas. La familia pide privacidad y respeto durante este difícil momento”.
El anuncio llegó por sorpresa, tomando desprevenidos a aficionados y medios de comunicación durante lo que se suponía que sería una semana de descanso rutinaria para la estrella de Aston Martin. Fuentes locales en Oviedo confirman que Díaz Martínez, de 68 años, ingresó en el Hospital Universitario Central de Asturias la noche del martes tras sufrir complicaciones repentinas. El personal médico se ha negado a dar detalles, alegando confidencialidad del paciente, pero la gravedad de la situación es innegable en las propias palabras de Alonso: “Ella ha sido mi fuerza desde el primer día. Ahora nos toca ser la suya”.

Quienes conocen a la familia Alonso describen a Ana María como el motor silencioso detrás de la extraordinaria carrera de su hijo. Nacida en el barrio obrero de Vallobín, crió a Fernando y a su hermana Lorena como madre soltera tras separarse de José Luis Alonso, expiloto amateur y obrero. Sus amigos la recuerdan conduciendo un destartalado SEAT Ibiza a los circuitos de karting del norte de España, a menudo durmiendo en el coche para ahorrar dinero para neumáticos y gasolina. «Sin Ana, no hay Fernando», declaró a la prensa Gené Ballesteros, su entrenador de la infancia, a las afueras del hospital. «Nunca se perdió una carrera, nunca se quejó, nunca le permitió abandonar».
El comunicado de Alonso continuó con una inusual visión del hombre tras el casco: «Las carreras me dan adrenalina, pero la familia me da la vida. Hoy la prioridad está clara». La publicación, acompañada únicamente de una fotografía en blanco y negro del pequeño Fernando abrazando a su madre en el podio de una prueba regional de karting, ya ha superado los tres millones de interacciones en todas las plataformas. Los aficionados inundaron los comentarios con mensajes en español, asturiano e inglés, muchos compartiendo anécdotas sobre cómo la calidez de Díaz Martínez les había marcado la vida en encuentros fortuitos en los paddocks de los Grandes Premios.

Dentro de la comunidad de la F1, la reacción fue inmediata y sentida. El director del equipo Aston Martin, Mike Krack, publicó una breve nota: «Fernando cuenta con todo nuestro apoyo. La familia es lo primero, siempre». El CEO de McLaren, Zak Brown, quien trabajó estrechamente con Alonso durante su regreso en 2018, añadió: «Ana María es una de las personas más bondadosas del deporte. Un abrazo desde Woking». Incluso los equipos rivales interrumpieron sus publicaciones en redes sociales para compartir mensajes de solidaridad, un raro gesto de unidad en un entorno tan competitivo.
Lo que hace que este momento sea especialmente conmovedor es su coyuntura. Alonso se encuentra en la fase final de preparación para los cambios de reglamento de 2026, considerados por muchos como su última oportunidad realista para conseguir un tercer título mundial. Se rumorea que ha estado negociando extensiones de contrato que le permitirían seguir compitiendo hasta casi los cincuenta. Sin embargo, el tono del piloto hoy deja pocas dudas sobre dónde reside su prioridad. «Los títulos son metal y fibra de carbono», escribió. «Las madres son irremplazables».

De vuelta en Oviedo, la ciudad se ha volcado en un discreto apoyo. Las emisoras de radio locales interrumpieron su programación para leer la declaración completa de Alonso. El Ayuntamiento anunció que las banderas ondearán a media asta hasta nuevo aviso, mientras que la catedral programó una misa vespertina abierta al público. Los vecinos dejaron flores y notas manuscritas frente al modesto apartamento donde Ana María aún vive cuando no viaja para ver competir a su hijo.
Al caer la noche sobre el norte de España, una pregunta ronda la mente de millones: ¿cómo redefinirá este capítulo el legado de un hombre que ha dedicado dos décadas a desafiar los límites? Alonso ha superado accidentes, controversias y remontadas que parecían imposibles. Ahora se enfrenta a una carrera que no se mide en tiempos por vuelta, sino en pasillos de hospital y oraciones susurradas.
Por ahora, el paddock contiene la respiración. La próxima actualización la dará el propio Alonso, cuando se sienta preparado. Hasta entonces, el mensaje es simple y universal: la familia primero, siempre.
