La FIA falla a favor de McLaren tras la protesta por el cambio de motor de Max Verstappen, Red Bull corre el riesgo de perder el tercer puesto y una fuerte penalización
El mundo de la Fórmula 1 se ha puesto patas arriba tras la reciente decisión de la FIA de honrar la protesta de McLaren por el cambio de motor de Max Verstappen. La federación internacional de automovilismo falló a favor de McLaren en su denuncia contra Red Bull, lo que podría tener consecuencias de gran alcance para el campeonato. Red Bull no sólo corre el riesgo de perder el tercer puesto en el Campeonato de Constructores, sino también de una fuerte penalización que podría socavar su presupuesto y su estrategia para las carreras restantes. El desarrollo, anunciado en la reunión de la Comisión de F1 de hoy, añade una nueva capa de dramatismo a una temporada ya tensa con la batalla por los títulos abierta hasta el momento final.
Todo empezó durante el Gran Premio de Brasil en Interlagos, un fin de semana que ya estaba lleno de tensión. Max Verstappen, el tres veces campeón del mundo de Holanda, tuvo un momento de clasificación decepcionante. Fue eliminado en la Q1 tras un error en su vuelta rápida y tuvo que largar desde la decimosexta plaza. Red Bull aprovechó para sacar el coche del parque cerrado y realizar un cambio completo de la unidad de potencia. Esto incluía un nuevo motor de combustión, turbo, MGU-K, MGU-H, batería y unidad de control electrónico: todos componentes que Verstappen ya había utilizado al límite. La FIA le impuso una penalización en parrilla por ello, obligándole a largar desde el pit lane. A pesar de este revés, Verstappen ascendió espectacularmente al tercer lugar, detrás del ganador Lando Norris de McLaren y Kimi Antonelli de Mercedes. Fue una demostración de puro arte de las carreras, pero el malestar burbujeaba detrás de escena.
McLaren, que tiene una fuerte dupla con Norris y Oscar Piastri y actualmente lidera el campeonato de constructores, olió problemas. El jefe del equipo, Andrea Stella, expresó sus dudas inmediatamente después de la carrera. “Estos cambios en las unidades de potencia desafían las reglas”, afirmó. “Tengo curiosidad por saber si el coste de este motor cuenta para el límite de costes. Si se trata únicamente de rendimiento, debería hacerlo”. Stella señaló que los motores modernos, como los de Honda para Red Bull, apenas se degradan con el uso. “No se cambia simplemente por una pequeña ventaja, especialmente si se acepta una penalización. El retorno rara vez compensa las posiciones que se pierden”. McLaren, que también está luchando por tomar decisiones sobre cambios de motor para sus conductores, temía ventajas injustas. Después de todo, una sustitución de Norris o Piastri afectaría su propio presupuesto, mientras que Red Bull podría haber escapado del límite de 135 millones de dólares.
La protesta de McLaren fue formal y se centró en la interpretación de las reglas de la FIA sobre el límite de costos y los cambios en las unidades de potencia. Según las directrices de la federación, las sustituciones no cuentan en el presupuesto si están justificadas por cuestiones de fiabilidad, pero sí cuentan si se realizan voluntariamente por beneficios de rendimiento. Red Bull admitió abiertamente que el cambio tenía como objetivo optimizar la configuración y ganar más velocidad, especialmente después de una carrera de velocidad difícil. Laurent Mekies, jefe del equipo Red Bull, reaccionó con dureza: “Aprovechamos una verdadera oportunidad después de una mala clasificación. No es un truco, sino pura carrera”. Sin embargo, esto llevó a una investigación oficial, que culminó hoy en la Comisión de F1. La FIA dictaminó que el cambio efectivamente está dentro del límite de costos, porque no hubo ningún error de fabricación ni necesidad debido a defectos. Por tanto, se estimó la denuncia de McLaren.
Las consecuencias son inmensas. Red Bull, que ahora es tercero con 241 puntos detrás de McLaren y Mercedes, ve tambalear su posición. El tercer puesto podría costarles puntos en el marcador final, con posible descalificación de los puntos brasileños si la penalización es fuerte. La FIA está considerando una sanción que va desde una multa hasta una reducción del presupuesto de desarrollo para la próxima temporada, lo que podría romper el dominio de Red Bull. El propio Verstappen, con 305 puntos en la clasificación de pilotos y aún en carrera por un cuarto título, respondió resignado: “Me estoy concentrando en la pista. Esto es un lío administrativo, pero seguiremos luchando”. Su recuperación en Brasil, que incluyó maniobras de adelantamiento fuera de las zonas de tracción y la superación de un pinchazo, demostró que el nuevo motor ofrecía una ventaja significativa, exactamente lo que teme McLaren.
Este asunto toca el núcleo de la Fórmula 1 moderna: el equilibrio entre innovación y honestidad. El límite de costos, introducido en 2021 para dar una oportunidad a los equipos más pequeños, ha causado controversias antes, como las multas para Red Bull en 2022. Ahora, en una temporada en la que McLaren finalmente se lleva la corona con un desempeño consistente, la rivalidad se siente más intensa que nunca. Norris, que consiguió su tercera victoria en Interlagos, dijo: “Queremos carreras puras, sin trucos contables”. Piastri, que está luchando con decisiones internas sobre los motores, añadió que la autorización de la FIA es crucial para decisiones futuras. La asociación de Red Bull con Honda, que se transferirá a Aston Martin el próximo año, ahora también está bajo escrutinio; ¿Cuánto tiempo permanecen frescos los motores sin degradarse?
Los expertos predicen que esta sentencia sentará un precedente. Equipos como Ferrari y Mercedes, que también están considerando cambios de motor para los sprints de final de temporada en Las Vegas y Abu Dhabi, esperan ansiosamente. La FIA enfatiza que la transparencia es clave: todos los costos deben incluirse en el informe anual y las auditorías serán más estrictas. Para Red Bull es una llamada de atención. Su coche RB21, que ya ha sufrido problemas de configuración este año, depende en gran medida del talento de Verstappen. Sin él ya se habría perdido el tercer puesto, pero ahora amenaza un efecto dominó.
El paddock está lleno de especulaciones. ¿Red Bull resultará atractivo? ¿O se tragarán el castigo y se centrarán en la venganza? Para los aficionados, esto significa más que nunca que la batalla por el título no sólo se decidirá en el asfalto, sino también en las salas de reuniones. A falta de tres carreras, incluida la carrera nocturna en Las Vegas, la emoción no ha disminuido. McLaren celebra una victoria moral, pero sabe que Red Bull no se rendirá fácilmente. Verstappen, el imbatible holandés, sin duda contraatacará, con o sin motor nuevo. La Fórmula 1 demuestra una vez más por qué es la cima del automovilismo: impredecible, despiadada y adictiva.
